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Para una mejor conservación de tus conchitos, guárdalos en recipientes con cierre hermético, como táperes.
Evita guardarlos en los mismos recipientes donde se preparó o consumió el alimento, como ollas o platos.
Si no dispones de táperes, puedes optar por bolsas con cierre hermético, preferiblemente selladas al vacío.
Guarda tus conchitos en raciones pequeñas y en recipientes independientes.
Evita guardar todos los alimentos juntos en el mismo táper o bolsa, sobre todo se recomienda no mezclar los alimentos cocidos de los crudos para prevenir contaminación cruzada y asegurar una mejor conservación de la temperatura.
Mantén un registro de los conchitos que estás guardando, etiquetando cada táper con el nombre del alimento, su fecha de guardado y la cantidad (ya sea en unidades o gramos).
Se recomienda no guardar los conchitos de tus conchitos, además de tampoco volver a congelar los alimentos que ya han sido descongelados.
Para descongelar tus conchitos, se recomienda que sea desde el día anterior, trasladando el alimento del congelador al refrigerador.
Evita descongelar a temperatura ambiente para prevenir la contaminación de los alimentos.
Se recomienda lavar las frutas y verduras frescas solo antes de consumir o cocinar. Evita lavarlas antes de ser guardadas en el refrigerador, ya que el agua puede acelerar el proceso de degradación de estas.
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